Los negociadores del Parlamento y el Consejo de la UE han alcanzado un acuerdo provisional sobre la revisión del Reglamento relativo al traslado de residuos (RTR), exactamente dos años después de que la Comisión lanzara su propuesta. El acuerdo alcanzado ayer por la tarde pretende garantizar una gestión responsable de los residuos y evitar la exportación de contaminación a terceros países.
EuRIC acoge con satisfacción la atención prestada a la lucha contra los traslados ilegales de residuos, que, según la Comisión Europea, representan entre el 15% y el 30% de todos los traslados de residuos y un mercado negro de más de 10.000 millones de euros, y subraya los siguientes puntos, en consonancia con la posición que mantiene desde hace tiempo sobre la propuesta.
La asociación también apoya el objetivo general de "garantizar que la UE no exporte sus retos en materia de residuos a terceros países". Sin embargo, es esencial evitar restricciones innecesarias a la exportación de materias primas recicladas clasificadas como residuos no peligrosos, especialmente en el caso de flujos de recursos con una demanda insuficiente en la UE. Sustituir las materias primas extraídas por otras recicladas es clave para la transición hacia una economía circular y climáticamente neutra, tanto dentro como fuera de Europa.
En cuanto a los estrictos requisitos para la exportación de residuos plásticos, EuRIC está a la espera de más detalles para evaluar su adecuación a las obligaciones legales de la UE y su impacto en la industria del reciclado. Cualquier carga administrativa excesiva para terceros países podría afectar gravemente a la industria europea del reciclado y a la autonomía estratégica de las materias primas. Por otra parte, EuRIC acoge con satisfacción la decisión de continuar con los traslados intracomunitarios de residuos para operaciones de valorización, sujetos a procedimientos menos estrictos, como se establece en los requisitos generales de información, en relación con los residuos de la lista verde.
EuRIC reitera su posición de siempre de facilitar los traslados de residuos dentro de la UE con fines de recuperación de materiales sin frenar el acceso a los mercados internacionales. Este enfoque es esencial para equilibrar la oferta y la demanda, preservando así la competitividad de la industria europea del reciclaje y garantizando su capacidad para suministrar materiales circulares a las cadenas de valor circulares tanto en Europa como en el resto del mundo.
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