El pleno del Parlamento Europeo ha reclamado el pasado 13 de marzo que se establezcan objetivos para reducir en un 40% per cápita el desperdicio de alimentos en restaurantes, supermercados y hogares y al menos en un 20% en la fabricación y procesado de alimentos, lo que supone un 10% más en cada ámbito respecto a lo propuesto por la Comisión Europea.
Los eurodiputados han adoptado su posición en primera lectura sobre la propuesta de revisión del marco de residuos con 514 votos a favor, 20 en contra y 91 abstenciones, aunque corresponderá al Parlamento que surja de las próximas elecciones europeas dar seguimiento al expediente.
La Eurocámara también quiere que la Comisión evalúe si se deben introducir objetivos más altos para 2035 (al menos el 30% y el 50% respectivamente) y, de ser así, pide que se presente una propuesta legislativa para garantizar su cumplimiento.
Además, los eurodiputados han acordado ampliar los programas de responsabilidad del productor y exigir a las empresas que venden textiles en la UE que cubran los costes de recogida, clasificación y reciclaje por separado.
Los Estados miembro deberán establecer estos sistemas 18 meses después de la entrada en vigor de la directiva (frente a los 30 meses propuestos por la Comisión) y las nuevas normas tendrán que cubrir productos como ropa y accesorios, mantas, ropa de cama, cortinas, sombreros, calzado, colchones y alfombras, incluidos productos que contengan materiales relacionados con textiles como cuero, caucho o plástico.