El 62 por ciento de las empresas españolas dedica hasta un 10 por ciento de su presupuesto de I+D+I a desarrollar proyectos de innovación en la sostenibilidad, pero solamente dos de cada diez llega a un 20 por ciento, según un estudio realizado por la consultora internacional Ayming a más de 1.000 directores de I+D e innovación, directores financieros y ejecutivos de empresas de distintos sectores de 17 países.
El informe concluye también que comparado con el resto de los países del entorno, España va ligeramente por detrás de la media, puesto que el grueso de empresas (30%) dedican hasta el 20 por ciento de su presupuesto en innovación a acciones que ahonden en su estrategia de sostenibilidad. De hecho, el estudio internacional cuestiona sobre los lugares propicios para acometer innovación y entre los 17 países encuestados destacan Alemania y Estados Unidos, mientras que "no se ha encontrado ninguna referencia a España como país atractivo para desarrollar innovación".
Así consta en el V Barómetro Internacional de la Innovación de la consultora internacional especializada en el ámbito de la Estrategia y la Financiación de la Innovación de empresas e instituciones Ayming, que concluye que el 43 por ciento de las empresas reconoce que la innovación sostenible persigue el objetivo de reducción de costes y mejora de eficiencia, presentándose como la ruta más rápida para alcanzar el objetivo cero emisiones.
En concreto, las razones por las que las compañías invierten en innovación sostenible se relacionan con el desarrollo de más responsabilidad social corporativa (46%), cumplimiento regulatorio (45%) y la demanda de los consumidores (44%). Asimismo, el 77% de las empresas españolas afirma haber incrementado el presupuesto a I+D+i, ocho puntos más que la media global, y la principal vía de financiación sigue siendo la autofinanciación.
Igualmente, el estudio refleja que la concienciación en desarrollo sostenible y su vinculación con la innovación continúa en aumento y la sostenibilidad pasa a formar parte de las cinco prioridades entre las empresas españolas (27%), todavía cuatro puntos por debajo de la media global (31%). De hecho, en los cuatro barómetros anteriores de la consultora, este es el primer año en el que la sostenibilidad se cuela entre los aspectos más relevantes de las compañías nacionales. El director general de Ayming España, Carlos Artal, considera que los datos son un "fiel reflejo del desafiante entorno económico, en el que la sostenibilidad se considera algo agradable a tener en cuenta de cara al crecimiento económico" en España.
Por otro lado, el 46 por ciento de las compañías consideran que el primer motivo para invertir en innovación sostenible, es el desarrollo de políticas relacionadas con la Responsabilidad Social Corporativa y para el 45 por ciento, la primera razón es la reputación de marca, seguida por un 44 por ciento de estas, que apunta a la demanda de las tendencias del mercado. Entre las principales razones para invertir en innovación sostenible figuran también la ventaja competitiva (44%) y la mejora de la eficiencia (43%). Un 46% de las compañías señalan este motivo, seguido de las razones relacionadas con el cumplimiento regulatorio y la reputación de marca (45%) y la demanda de los consumidores consecuencia de las tendencias de mercado (44%).
Por otro lado, una de las palancas aceleradoras para invertir en innovación es lograr el objetivo cero emisiones, así como la reducción de consumos, el ahorro de costes y reducción de la huella de carbono. La mayor parte de las compañías españolas (41%) asegura que dedica principalmente la inversión en I+D+I sostenible al desarrollo de fuentes de energía renovable, seguido de la reducción y reciclado de residuos (35%), la reducción de consumo de energía y la implementación de materiales y envases sostenibles (31%).
La ampliación de tecnología pensada para el desarrollo de la economía circular y la preservación de la biodiversidad (27%) destacan también entre las áreas a las que las empresas españolas destinan su innovación sostenible. En relación a la media global, el reparto de la inversión entre los países del entorno resulta similar al nacional, destacando el 36% de las empresas que destinan su inversión a las fuentes de energía renovable y el 35% a la reducción y reciclado de residuos. Por otro lado, Artal ha subrayado que los fabricantes de energías renovables han demostrado que los costes pueden bajar lo suficiente como para que las alternativas sostenibles sean económicamente viables para las empresas.
Desafíos y trabas
Pese al creciente interés en sostenibilidad, según el V Barómetro, las empresas reconocen algunos desafíos que dificultan las nuevas acciones. En concreto, casi cuatro de cada diez empresas nacionales señalan a la inversión inicial elevada y la priorización de los objetivos financieros a corto plazo como las principales causas que obstaculizan la activación de nuevas inversiones en esta materia.
En ese ámbito, el 37 por ciento estima que los incentivos fiscales son insuficientes y el 35 por ciento considera todavía escasa la concienciación sobre sostenibilidad. Igualmente, tres de cada diez compañías ve poco desarrollado el entramado especializado en sostenibilidad porque el 33 por ciento asegura que la disponibilidad de materiales y proveedores sostenibles es todavía limitada.
Del mismo modo, los países del entorno apuntan también como principal inconveniente las inversiones iniciales elevadas (41%) y priorizar los objetivos financieros a corto plazo, aunque en menor medida (31%). Para Artal, los datos dejan entrever un consenso "rotundo" entre los países de que la barrera al progreso es más práctica que ideológica.
El V Barómetro de Ayming concluye que a nivel general el 77 por ciento de las empresas españolas ha incrementado ocho puntos más que la media global (69%) su presupuesto para innovación respecto al año anterior. Así, el 46 por ciento afirma disponer un presupuesto definido para ello.
Frente a los principales retos a los que se enfrenta la empresa en este ámbito, en España destacan las que siguen encontrando como principales obstáculos los procesos ineficaces y la burocracia, con un 40 por ciento frente al 34 por ciento de media global. La segunda barrera es la disponibilidad de habilidades y de talento disponible (36% en ambos casos), también recurrente en los barómetros anteriores, que ponen de manifiesto que encontrar talento adecuado es un desafío "crítico" para las empresas.
España necesita educación y concienciación
De cara a 2024, el 80 por ciento de empresas españolas espera acometer proyectos de I+D+i en España, seguido de otros destinos como Alemania (30%) o Estados Unidos (28%). De hecho, entre los más de 1.000 encuestados el barómetro no ha encontrado "ninguna referencia a España como país atractivo para desarrollar innovación". A nivel global, el 72% afirma realizar este tipo de proyectos en sus respectivos países y coinciden como segunda y tercera opción USA (33%) y Alemanía (26%).
Tanto Artal, como la directora de sector Público y Estrategia de Ayming España, concluyen que España es un país "tremendamente innovador" al que solo le falta concienciación, educación y reducción de trabas. López concluye que en España "la innovación comenzó aplicándose como ventaja competitiva, pero en la actualidad y cada vez más, se trata de una cuestión de supervivencia".