La ambición de limitar el calentamiento global a 1,5 °C se está volviendo inalcanzable. Incluso para permanecer por debajo de los 2 °C, se requerirá una reducción de las emisiones globales anuales de entre 15 y 20 Gt de CO?e para 2050. Una opción que merece seria consideración es la integración de los activos de petróleo y gas con la generación de energía mediante oxicombustible presurizado (POF) para crear sistemas energéticos económicamente viables y de bajas emisiones.
TriGen Energy propone una hoja de ruta de dos pasos para descarbonizar los activos de petróleo y gas maduros, manteniendo al mismo tiempo la seguridad energética y los retornos comerciales.
Fase 1: Descarbonización rentable de activos maduros (2025-2040)
La estrategia a corto plazo de TriGen se centra en el uso de la tecnología POF para construir cadenas de valor integradas de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS). Esto implica la reurbanización de yacimientos de gas de baja calidad para alimentar plantas POF que producen energía limpia y gestionable. El CO? emitido por estas plantas se utiliza para la recuperación mejorada de petróleo (EOR), y el gas residual se almacena permanentemente en yacimientos agotados.
Este enfoque integrado ofrece:
- Hasta un 50% de reducción de carbono a nivel de la cadena de valor
- Aumento de hasta un 20% en la producción y reservas de petróleo
- Proyectos comercialmente atractivos en diversos tipos de activos y geografías
La recuperación mejorada de CO? (EOR) es un método consolidado, especialmente en Estados Unidos, donde representa aproximadamente 180.000 barriles diarios. El almacenamiento de CO? requiere solo modificaciones modestas en las operaciones de campo y presenta un riesgo técnico mínimo. La principal barrera, la captura rentable de CO?, puede abordarse con la POF.
El POF quema hidrocarburos en oxígeno puro, produciendo únicamente vapor y CO?, que se separan fácilmente sin necesidad de procesos químicos complejos. El sistema puede procesar gases contaminados de baja calidad, a la vez que genera subproductos comercializables como nitrógeno, agua de alta pureza y argón. La integración de estos productos con las operaciones petroleras mejora la viabilidad y la eficiencia del proyecto.
La energía limpia generada es flexible y gestionable, crucial en redes con una alta proporción de renovables intermitentes, y suele tener precios premium. Los operadores se benefician de la reducción de emisiones de alcance 1 y de menores costos operativos. Donde no se prioriza el uso de energía limpia, el CO? almacenado puede monetizarse mediante créditos de carbono o la venta de " barriles azules ": petróleo cuyas emisiones de ciclo de vida se han precapturado, lo que contribuye a la reducción de emisiones de alcance 3.
TriGen ha realizado más de 20 estudios de viabilidad en todo el mundo. Los resultados indican que los proyectos típicos, diseñados para evitar aproximadamente 0,8 millones de toneladas de CO? al año y generar 150 MW de energía limpia, son financieramente competitivos y, a menudo, superan a las energías renovables en cuanto al coste por tonelada de CO? evitada (entre 30 y 60 dólares por tonelada). Y lo que es aún más importante, estos proyectos aprovechan la infraestructura y las capacidades organizativas existentes, sentando las bases para una mayor descarbonización.
Fase 2: Conversión total a energía limpia (2040-2050)
La segunda fase prevé una transición de la producción de petróleo y gas para combustión al uso exclusivo de hidrocarburos como materia prima para la generación de electricidad limpia basada en POF. En este modelo, el CO? se reinyecta en los mismos yacimientos de donde se extrajeron los hidrocarburos, completando un sistema circular de ciclo cerrado.
Este enfoque de dos fases ofrece a la industria del petróleo y el gas una vía realista hacia la descarbonización a largo plazo. Conserva las competencias clave del sector y, al mismo tiempo, abre nuevas oportunidades para la creación de valor, en línea con los objetivos de cero emisiones netas.
Si se implementa a gran escala, este modelo podría evitar hasta 5 Gt de CO? al año para 2050, aproximadamente una cuarta parte de las emisiones globales proyectadas para mediados de siglo. Hacer realidad esta visión requeriría la construcción de entre 4.000 y 5.000 instalaciones integradas de POF-CCUS, con el respaldo de inversiones anuales de aproximadamente 250.000 millones de dólares. Si bien es ambiciosa, esta inversión es comparable en escala a la industria de la aviación mundial y es técnicamente viable.
Hacia una nueva licencia de operación para los productores de petróleo y gas
El impulso a la captura, almacenamiento y almacenamiento de carbono (CCUS) está cobrando impulso. Las tendencias regulatorias, como el seguimiento obligatorio de alcance 3 y la aparición de las «Obligaciones de Recuperación de Carbono», reflejan las crecientes expectativas de que los productores de petróleo y gas aborden las emisiones a lo largo de toda la cadena de valor. La aceptación de las soluciones de gestión del carbono por parte del público y los inversores también está creciendo.
El modelo de TriGen presenta una estrategia práctica a corto plazo para reducir las emisiones y mantener la viabilidad económica. Aprovecha los activos, la infraestructura y la experiencia existentes para ayudar a los operadores a cumplir con las expectativas ambientales y de los accionistas.
Esto ya no es una teoría. TriGen colabora actualmente con varias compañías petroleras (nacionales) para desarrollar e implementar proyectos de POF de primera generación. La tecnología requerida está probada. El modelo de negocio es sólido. El momento es urgente.
El reto ahora es replantear el petróleo y el gas como una plataforma para el suministro de energía limpia, parte de un sistema más amplio que equilibre la responsabilidad ambiental con la seguridad y la asequibilidad energética. Si se hace correctamente, esto puede garantizar la licencia del sector para operar en un mundo descarbonizado.