Cerca del 15 por ciento de los materiales empleados en las obras en España se desperdicia durante la etapa construcción, según concluye el informe 
Economía circular en la edificación elaborado por Green Building Council España (GBCe), que añade que el 54  por ciento de los residuos generados son enviados al vertedero.
 
Ante  este panorama, las políticas europeas abogan por un cambio en el modelo  del sector en el que la linealidad se transforme en circularidad y  permitir así la total valorización de los Residuos de Construcción y  Demolición (RCD). Así, los Fondos Next Generation exigen un acondicionamiento del 70% (en peso) de los RCD generados en las rehabilitaciones para su reutilización, reciclaje u otras formas  de valorización de materiales. Estos fondos europeos instan a que los  diseños y técnicas de construcción de los edificios estén ligados a la  circularidad para demostrar su capacidad de desmontaje y eficiencia en el empleo de recursos (adaptables, flexibles y desmontables) que permitan su reutilización y reciclaje.
A  través de una nota de prensa, el GBCe ha afirmado que la capacidad de  alteración y mordicación a lo largo de la vida útil de un edificio  permite que se adapten a nuevos usos. A su vez, esto conlleva "grandes" beneficios medioambientales y económicos al reducirse los costes del ciclo de vida. "Hace  falta fomentar soluciones que permitan reutilizar los recursos sin  pérdidas en su valor", ha afirmado el director general de GBCe, afirma  Bruno Sauer.
Así, Sauer ha apuntado que los edificios deben concebirse como "bancos de materiales, como almacenes de materias primas para el futuro" y por ello sus diseños tienen que facilitar el desmontaje, su  recuperación y el reciclado. Además, ha señalado la necesidad de  sistemas de evaluación y herramientas de información que incentiven  estas prácticas y que conecten las decisiones adoptadas en la fase de  diseño y en la del final de la vida útil.
"El  pasaporte de los materiales de un edificio facilita la elección de  elementos y componentes que puedan desmantelarse y maximiza la opción de  su reutilización", ha destacado el experto del Área Técnica de GBCe en  el proyecto VALREC, Alfons Ventura. La circularidad de los materiales y los componentes posibilita la reutilización y elaboración, a través del reciclado, de nuevos productos de la construcción, lo que conlleva la reducción de  los impactos del ciclo de vida y el consumo de recursos naturales por  parte del sector.
"El sector de la construcción debe evolucionar hacia la separación de los residuos de construcción y demolición, facilitando su gestión y valorización, para cumplir con el marco legal,  para mejorar su impacto medioambiental y para responder a su propia  responsabilidad social", ha resaltado el jefe de servicio de tratamiento  de residuos de SURGE AMBIENTAL (Grupo Sacyr) y coordinador del proyecto  VALREC, Juan Diego Berjón.
En este marco,  Berjón ha señalado la importancia de la herramienta de planificación de  demoliciones basada en Building Information Modeling (BIM), que ha  desarrollado el consorcio VALREC con financiación de 5 millones de euros de  la Comunidad de Madrid, y ha afirmado que ayuda a las empresas del  sector a "mejorar la recuperación de materiales y la gestión y  valorización de los residuos resultantes de las deconstrucciones". Así,  permite conocer los materiales resultantes de la demolición selectiva de  una edificación y así proporciona información relevante para el estudio  de alternativas de gestión o valorización.
"Es necesario identificar la cantidad de material, su calidad, la ubicación, la forma en la que se encuentra e,  incluso, sus posibles contaminaciones, ya que contar con una estimación  fiable y una buena planificación facilita la correcta separación en  origen de los RCD y, con ello, su valoración, reduciéndose los costes de  gestión de residuos", destaca el gestor de proyecto de TECNALIA, Jaime  Moreno.
El proyecto, desarrollado por un  consorcio integrado por Surge Ambiental, Valoriza, Allgaier Mogensen,  Adcore, Sika, Sodira, Hormicruz, Kolkium y GBCe, emplea un software  (BIM-SD) específico para demolición selectiva y conectada con la  plataforma de gestión de RCD SITRANS desarrollada paralelamente. Como  objetivo, esta herramienta persigue facilitar la recopilación y gestión  de información sobre los elementos y materiales existentes en el  edificio a demoler para orientar las decisiones sobre la secuencia  óptima de demolición y gestión de los posteriores flujos de residuos. Berjón destaca que este instrumento agilizará los cálculos que se  llevan a cabo de forma manual en las actuales auditorias, lo que  permitirá "mayor precisión, trazabilidad de los materiales y agilidad en  el estudio de alternativas".