Más de 880 millones de pequeños plásticos salen cada año del lago Lemán por el río Ródano en dirección al mar Mediterráneo, según la ONG Oceaneye, que estudia la contaminación plástica en océanos, lagos y ríos de todo el mundo.
En total, el peso de los materiales que se desplazan por el Ródano, tras su paso por el mayor lago de Europa occidental, es de 4,3 toneladas al año. De acuerdo a los datos de la organización ginebrina, el número de plásticos microscópicos que aparecen en el río es mayor entre los meses de junio y noviembre, mientras que prácticamente es nulo el resto del año.
Oceaneye atribuye esta tendencia al aumento de las actividades al aire libre que realizan los habitantes de estas zonas lacustres en los meses de verano y que suelen generar más desechos plásticos. En este sentido, la ONG pide a las autoridades locales de Ginebra y a las del resto de las localidades suizas y francesas del área lacustre que prohíban o reduzcan el uso de plásticos en los envoltorios y que fomenten la reutilización de los mismos. Además, Oceaneye insta a los gobiernos municipales y cantonales a facilitar las compras a granel y a promover la economía circular y los programas educativos sobre ecología y medio ambiente.
El río Ródano se extiende a lo largo de más de 800 kilómetros entre Suiza y Francia, donde desemboca en un amplio delta cercano a la ciudad de Marsella. Este río, el segundo más largo de la vertiente mediterránea europea, atraviesa importantes ciudades en ambos países como Ginebra, Lyon, Valance o Aviñón, y acoge a varios centenares de especies de animales y plantas. En cuanto al lago Lemán, Oceaneye y otras organizaciones han resaltado la elevada presencia de microplásticos invisibles para el ojo humano en sus aguas.