El panorama iPhone parece un poco movido últimamente. Movido en el sentido de que aparecen y desaparecen modelos y, en general, se va reestructurando el catálogo para adaptarse mejor a las preferencias del mercado. Es algo que hemos visto con la desaparición del modelo mini, que no está presente junto a los iPhone 14 y iPhone 14 Pro, por ejemplo.
Como la frase "Designed by Apple in California. Assembled in China" nos deja ver claramente, aunque el diseño de los dispositivos y componentes se realiza en el Apple Park, la fabricación corre a cargo de las fábricas de China. Una situación que Tim Cook quiere empezar a girar progresivamente, empezando con los chips.
La responsabilidad ampliada del productos se amplia a los envases comerciales y industriales. Este cambio es un importante, porque a partir de la puesta en vigor de esta ley, las empresas envasadoras, incluso con los envases industriales (palets, contenedores, cajas) tendrá que acogerse a un (SDDR) sistema de depósito devolución y retorno, o pagar por cada envase introducido en el mercado para garantizar los costes de recogida, transporte, almacenamiento y gestión los residuos generados.
Esta cifra representa más de tres cuartas partes de los envases de bebidas que contaminan nuestro entorno cada año y es uno de los datos que se destila de What We Waste , el nuevo informe de la organización internacional Reloop, con la colaboración del movimiento Break Free From Plastic y de la fundación Changing Markets.
Apple anunció en 2021 que durante este año lanzaría un programa de reparaciones domésticas: la venta directa de piezas oficiales para algunos de sus dispositivos, de cara a que cualquiera pudiese reemplazar una pantalla cuarteada, una batería que ya no es la que era, un motor háptico que no funciona o un altavoz, entre otros componentes.
Aunque el residuo es mucho más fácil de cuantificar, porque solo tenemos que añadir el peso, es importante cuantificar la reducción de huella de carbono. Para esto deberemos tener en cuenta el coste que tendría en relación con la huella de carbono la fabricación de un nuevo envase.
Una vez realizada la implantación deberemos revisar periódicamente los datos para que no se desvíen de nuestros objetivos iniciales, y aplicar las correcciones pertinentes. En muchas ocasiones sobre el papel todo sale perfecto, pero hay factores externos que pueden cambiar y tenemos que poder adaptarnos a los cambios.
Ahora es el momento de empezar a diseñar nuestro plan. Debemos tener en cuenta que, aunque hemos trabajado previamente con nuestros compañeros de otros departamentos, hay que explicarlo adecuadamente, y tenemos que convencer a todos los implicados. Para ello necesitamos números y argumentos de peso.
Nuestros compañeros: Es importante tomar en consideración, antes de terminar de diseñar nuestro sistema de envases retornables, a todos los departamentos implicados en los cambios: producción, logística, finanzas, compras, ventas, etc. Sin ellos, la implantación no será posible y tienen que estar acuerdo con los cambios que se van a producir.
Una vez que tenemos la foto de la situación anterior y las ideas para las mejoras, tendremos que ir pintando en nuestra hoja de cálculo las soluciones y los costes. Será de vital importancia ser lo más detallados posibles, para evitar errores que le cuesten dinero a nuestra empresa. Al final tendemos un coste que podremos comparar con el anterior. Deberemos tener en cuenta la amortización de los activos, los costes de retorno, el mantenimiento y la inversión inicial.
Alfa Laval, compañía global, líder en soluciones de ingeniería, equipos y servicio postventa para múltiples industrias, ha lanzado un nuevo producto para la industria naval, Aalborg Micro, un intercambiador de calor de gases de escape y generador de vapor compacto.
Durante los últimos 30 años el mundo ha evolucionado hacia los envases no retornables. Esto ha ocasionado muchos problemas medioambientales, aunque se nos ha intentado convencer de que el reciclaje era la solución.
El próximo 19 de abril en IFEMA (Madrid), FER organiza una jornada gratuita sobre ?La nueva Ley 22/2011 de residuos? y otros temas de interés como el Reglamento 333/2011 sobre los criterios que establecen cuando determinadas chatarras deja de considerarse residuos, o la gestión de RAEE.
La ley de residuos actualiza las sanciones y pone un especial hincapié en la falta de documentación o en realizar actividades sin la correspondiente autorización. En el artículo 108 dice: En todo caso, a los efectos de esta ley, se considerarán infracciones muy graves. Multa desde 100.001 euros hasta 3.500.000 euros, excepto si se trata de residuos peligrosos o suelos contaminados, en cuyo caso la multa será desde 600.001 euros hasta 3.500.000 euros.