La organización Greenpeace ha lanzado una campaña para  denunciar el incumplimiento de la legislación sobre la prohibición de  envoltorios y envases de plástico para la venta de frutas y verduras que  entró en vigor en enero pasado e invita a los consumidores a denunciar  los lotes de menos de 1,5 kilogramos que se venden en plástico.
Según la ONG, la normativa es de obligado cumplimiento desde el 1 de enero de 2023 y  se aplica a todos los comercios minoristas de más de 300 metros  cuadrados. La norma también obliga a los comercios minoristas de  alimentación a presentar a granel aquellas frutas y verduras frescas que  se comercializan enteras y a fomentar la venta a granel de alimentos,  especialmente en aquellos casos en los que “el envase no aporta ningún  valor añadido al producto”.
Asimismo, la legislación obliga a los comercios cuya  superficie sea igual o mayor a 400 metros cuadrados a destinar, al  menos, el 20% de su área de ventas a la oferta de productos presentados  sin embalaje primario, incluidos la venta a granel o mediante  envases reutilizables, ha señalado Greenpeace en un comunicado. Por  ello, la organización ha lanzado una campaña para la identificación de  malas prácticas e invita a los consumidores a fotografiar las frutas y  verduras de menos de 1,5 kilogramos que se venden envueltos en  plásticos, para denunciarlo al Ministerio de Transición Ecológica y Reto  Demográfico y “que haga cumplir la ley”.
“El  planeta sufre una pandemia silenciosa causada por la contaminación por  plásticos”, ha asegurado el responsable de la campaña de residuos de  Greenpeace, Julio Barea. El experto de la ONG ha recordado que “ningún lugar del mundo se libra de la presencia de microplásticos, incluido nuestros propios organismos”.  Por ello, Barea ha incidido en que “urge poner freno a este descontrol y  urge que el Gobierno se tome en serio el problema y obligue a cumplir  la ley que exige retirar el plástico de las frutas y verduras”.
Según Greenpeace, el lavado verde o “greenwashing” en los supermercados “también está presente”, y se puede encontrar envoltorios con la  etiqueta de biodegradables o compostables, “desviando el problema hacia  nuevos materiales”.